... hay viruses que no tienen nada que ver con la microbiología, que se desatan para matar al duende interior, a la inspiración que nos alimenta, al mundo de sueños que hilvanamos de a poco. En estos tiempos de iphones y ipads con apps para pintar al arcoiris y cantar karaoke, también hay quienes destruyen, deshacen, y lo peor es que lo hacen con la mayor de las sonrisas y sin que nos demos apenas cuenta.
Hacer daño es muy fácil, para degenerar siempre hay tiempo, para enviar insultos en el nombre de otro, para dividir, para ensuciar, para romper lo bello.
Pero hay mucho mas tiempo y muchas mas ganas y mucha mas perseverancia para hacer todo lo contrario y los duendes saltan por cada recoveco de esta envoltura que llamamos cuerpo con linternas de palabras y acciones que brillan con toda intensidad, casi tanto como un faro que avisa a todos los barcos, sin discriminar, que tras la travesía se llega a casa y que lo que se escucha en el barco, gritado a los cuatro vientos, es TIERRAAA!!!
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