Tarea

dentro del bolsillo,
escondida
como Pulgarcita,
sin dedal,
enroscada
en alfileres
que sujetan
el descosido
que quizas vendra,
medito.

Parches zurcidos
antes del
agujero negro
temido.
Supernova,
en la vieja tela
de estampados
que fueron lavados,
mas tarde
secados y planchados,
en el letargo
domestico,
el estupor casero,
de tareas
y cuidados
que nos mecian
en el columpio
de la rutina.

Y voila!
rompiendo tradiciones,
se abre el libro
y hay canciones,
poemas, novelas
que distraen,
no se teje,
ni se cose,
no se limpia,
ni se friega,
se lee,
se crea,
se sueña,
se escribe.

Y la escoba
es velero de antiguas
brujas,
y el plumero
es pincel de
pintoras
desnudas,
y las cazuelas
se vuelven
carrozas,
y Alicia aparece
siendo a la vez Sheherezada,
o Wendy,
o todas.

Dormitando la siesta,
en la risa,
y hay polvo,
cenizas,
y ropa sucia,
y bellas historias
remendadas,
y cuentos
bordados,
y quedamos
demorados,
en esa sobremesa,
felices de vivir
en una casa
donde imaginar
es pauta,
y recrear es regla.