finalmente

Llueve

desde cada nube en el tiempo,

revolotea la mariposa,

marioneta domesticada

en un circo neutral,

cual muñeca de trapo

mientras el alma,

como torre de acero

aun hipnotizada,

corre hacia tuneles 

secretos,
huyendo y afrontando 

ruidosas propuestas tras

la tan relativa verdad,

ideas dispersas,

acaso enfermedad de la edad,
experimento experimentado,

en un insecto bajo 

el microscopio del museo

de la muerte,
de la energia,
de la vida competida.

Como pedir perdon y otorgarlo?

quien sabe del perdon?

quien sabe?

los no cuerdos

escuchan y mueren

a la vez que se vuelven inmortales,

corriendo despavoridos

por lo no visto

por lo no sentido,

por lo no compartido,
gritado,
suplicado,
definido,

con lo que queda de humanidad,

finalmente estremecida,

finalmente mortalmente viva.